Alboraya, última parada antes de llegar a Valencia en el Camino del Santo Grial, dio la bienvenida este pasado domingo, 1 de abril, a los ciclistas participantes en la segunda edición de la peregrinación en bicicleta de esta conocida ruta. El Ayuntamiento de la localidad les ofreció horchata y fartones para reponer fuerzas en su último descanso antes de llegar a su destino.
Los deportistas llegaron a la localidad tras un recorrido de 550 kilómetros iniciado en el Monasterio de San Juan de la Peña en Huesca y tres jornadas de camino, tal y como había organizado la Asociación Cultural del Camino del Santo Grial.
En concreto, acompañados por varios vehículos de asistencia, los ciclistas recorrieron la avenida Divino Maestro y la avenida de la Horchata antes de disfrutar del pequeño descanso en la rotonda de Ausiàs March con un refrescante vaso de horchata y fartones para reponer fuerzas. La Policía Local de Alboraya les acompañó durante este pequeño trayecto para velar por su protección.