El Ayuntamiento de Alboraya ha reclamado "con carácter urgente" una reunión con la Generalitat Valenciana y la Confederación Hidrográfica del Júcar con el resto de municipios que vierten en las acequias y en el Barranco del Carraixet.
El objetivo es establecer de forma inmediata una solución conjunta que evite la contaminación constante que "se sucede cada verano" y que "obliga a Alboraya, última parada de acequías, a cerrar sus playas e interrumpir la temporada de verano".
En este sentido, la concejala de Turismo y Playas, Raquel Casares, señala que "cualquier medida que tomemos no puede solucionar el problema, ya que proviene de aguas arriba y no tenemos competencias más allá de nuestro término municipal. Ya he hablado del tema con el síndico de la acequia de Rascanya. Sabemos que también afecta a la acequia de Moncada y sus aguas pasan por Rocafort y por Almàssera, con Alboraya recibiendo el agua contaminada".
Para solucionar el problema, una de las medidas que estaba tomando el ayuntamiento es la tramitación de una subvención y actuación para desviar la acequia ubicada a 150 metros al norte del camping, junto al inicio de La Patacona. Se trata de una de las acequias que vierten agua con un alto nivel microbiológico y una de las causas del cierre de playas.
Actualmente, por protocolo de seguridad, el cierre afecta a Port Saplaya norte, a la playa de perros y a la zona del camping de Peixets hacia La Patacona. Port Saplaya sur y La Patacona están abiertas.