Casi 400 alumnos de 12 institutos de la provincia han celebrado una jornada de convivencia hoy en Albal para poner en común sus experiencias en torno al proyecto Pigmalión en el que participan.
Las autoridades presentes en el acto, el profesorado y el alumnado han coincidido en que el resultado de la aplicación del Pigmalión en los centros está siendo muy positivo porque promueve el bienestar y el afecto entre los estudiantes, favorece el trabajo en el aula y, en consecuencia, redunda en mejores resultados académicos.
La alcaldesa accidental de Albal, Maria José Hernández, junto al Secretario Autonómico de Educación, Miquel Soler y la directora del instituto albalense, Cristina Peris, han presidido la jornada acompañados de la Presidenta del Consell escolar valencià, Encarna Cuenca, de los directores y profesorado de los centros educativos donde se desarrolla el Programa Pigmalión y que son: el centro de secundaria de Albal, el IES Faustí Barberá de Alaquàs, l’IES La Sènia de Paiporta, Berenguer Dalmau y Florida de Catarroja, 25 d’Abril d’Alfafar, Enric Valor de Picanya, IES El Puig, Bernat Guinovart d’Algemesí, IES Massanassa, Profesor Manuel Broseta de Banyeres de Mariola, Jorge Juan del Port de Sagunt.
Funcionamiento y el porqué del nombre Pigmalión
El programa está integrado por parejas de estudiantes que están coordinadas por un docente del instituto. El alumnado que hace de tutor pertenece a los cursos de 3º y 4º de la ESO, 1ª de Bachillerato y Formación Profesional. Y los tutorizados son de 1 y 2º de la ESO. El programa fue bautizado con este nombre porque en Psicología se conoce como efecto Pigmalión el poder de influencia que una persona puede ejercer sobre otra si muestra unas expectativas altas sobre sus posibilidades.