Fuentes municipales explican que “más que una decisión recaudatoria, la imposición de esta tasa es una medida ejemplarizante. Si los particulares y los dueños de bares y restaurantes abonan un tasa por ocupación de la vía pública, es justo que los banco también hagan lo propio”.
La medida entrará en vigor en este mismo ejercicio, y las entidades bancarias abonarán 452 euros por cada uno de los cajeros automáticos que prestan servicio en la vía pública.