En los centros de cultura popular, las mujeres reciben cada semana clases de patchwork, manualidades, pintura, cultura general y formación. En el caso del centro de L’ Ermita, su presidenta, Consuelo Vilanova, decidió hace un par de años formar también a las mujeres del Xenillet, donde consideraba que “también hacía falta llevar a cabo esta labor”. Por ese motivo, desde hace ya dos años, las mujeres del Xenillet pueden recibir formación integral gracias a las voluntarias del centro de cultura popular L’ Ermita en el Centro Social del Xenillet.
Para Mercedes Rojo, Mª Carmen Ricart y Consuelo Vilanova, el distintivo Mujer Atenea no reconoce su labor personal, sino la labor de los centros. Para ellas, su mérito fue ser las primeras que dieron en su día un paso hacia adelante para trabajar por la mujer junto con muchas otras que han hecho posible que, pasados los años, los centros sigan funcionando.
Todo el grupo de mujeres que trabajan en los centros Crear-t, Proart-t y L’Ermita como voluntarias y colaboradoras lo hacen de manera totalmente voluntaria y desinteresada pero “ sobre todo con mucho cariño” señala Mª Carmen Ricart. Además, todas coinciden en que el apoyo de sus familias es fundamental para que ellas puedan continuar con su labor.