Además, cada niño que deposita su carta en el Buzón de los Reyes Magos recibe un pequeño detalle. También se ha apostado por la tradición y, desde hace unos años se ha recuperado el “rastre de pots”, una cadena de objetos metálicos con el que, antiguamente, los niños del municipio recorrían las calles haciendo todo el ruido posible para sorprender a los Reyes Magos.
Cada año son más lo que participan en la cabalgata con este artilugio, de los catorce que lo hicieron hace 5 años se ha pasado a alrededor de un centenar el pasado año.