La reciente DANA ha tenido un impacto bastante importante en la economía de la Comunidad Valenciana, dejando a su paso graves consecuencias tanto en la productividad como en la estabilidad financiera de la región.
El resultado no se ha hecho esperar
La paralización de actividades económicas ha supuesto una pérdida estimada de al menos 200 millones de euros semanales en el PIB valenciano, afectando directamente a un 20% de los trabajadores, es decir, cerca de 218.000 personas que no han podido desplazarse a sus lugares de trabajo.
Por otro lado, el coste total de los daños asciende a unos 3.500 millones de euros, algo que ha desencadenado una gran presión sobre las aseguradoras y las cuentas públicas. Se prevé que la recuperación económica será un proceso largo y complejo.
Asimismo, el repunte no será homogéneo: mientras que el sector industrial, en especial la industria del metal, no espera recuperar los niveles anteriores hasta 2026, el sector servicios muestra una recuperación más ágil, aunque con desigualdades entre sus distintas áreas.
Empresas en crisis tras la DANA
La Cámara de Comercio de Valencia asegura que unas 34.193 empresas, el 17% del total en la provincia, han sufrido daños graves. Los sectores más afectados son el comercio, el transporte y la hostelería. Aparte del impacto directo, la situación ha producido un efecto multiplicador en la cadena de suministro y la economía local, agravando las dificultades en la región.
Repercusiones en el comercio y en la hostelería
Según apunta la Confederación del Comercio de Alicante, Castellón y Valencia, unos 8.000 comercios en Valencia se encuentran en situación crítica, con locales dañados y pérdidas de inventario que pueden representar hasta el 35% de su facturación anual. La situación es aún más grave al coincidir con la temporada alta de ventas, dificultando la recuperación.
El sector agrícola, gravemente afectado
El sector agrícola tampoco se ha escapado de la quema, con alrededor de 20.000 hectáreas de cultivo dañadas, que implica una pérdida de 159 millones de euros en producciones. Este desastre afecta de forma bastante directa a la seguridad alimentaria y al abastecimiento local. Sin olvidar que, más de 800.000 personas se encuentran afectadas por la situación, enfrentándose a un futuro incierto mientras continúa el proceso.
Cuatro pilares esenciales para la recuperación
Resulta evidente que para restaurar estas zonas y ayudar a la población damnificada, las administraciones deben actuar con celeridad y coordinar los recursos disponibles. Se trata de una vivencia que debe servir de ejemplo a la hora de mejorar los Contratos públicos ante la DANA y fortalecer la capacidad de respuesta ante futuras catástrofes climáticas. La reconstrucción requiere medidas urgentes y eficientes para evitar mayores perjuicios económicos y ambientales.
- Eliminación de residuos y escombros. Limpieza de áreas afectadas para prevenir riesgos sanitarios.
- Rehabilitación de infraestructuras. Reparación de carreteras, puentes y edificios dañados.
- Atención humanitaria. Alojamiento temporal, apoyo psicológico y ayuda económica para los afectados.
- Supervisión técnica. Evaluación de daños y planificación de obras para garantizar una reconstrucción segura.
La respuesta del sector público ante la DANA
Aunque es bien cierto que se ha movilizado más de 413 millones de euros y más de 1.000 expedientes administrativos, con la mayor parte de los recursos destinados a la Comunidad Valenciana, no es menos cierto que dificultades en la gestión pública, como la falta de coordinación y la dependencia de procedimientos excepcionales, han puesto en evidencia la necesidad de mejorar el Impacto de la DANA en la contratación pública reforzando los controles y dando prioridad a la prevención.
LIFE Sector Público, un experto equipo de profesionales
LIFE Sector Público, con más de 25 años de trayectoria a sus espaldas y más de 2.500 expedientes gestionados, trabaja para facilitar la conexión entre administraciones y empresas que puedan aportar soluciones a esta crisis. Su equipo de 22 abogados especializados facilita la gestión de contratos públicos y licitaciones, beneficiando a varios actores críticos.
- En primer lugar, apoya a las Administraciones Públicas, que necesitan proveedores eficientes para cubrir necesidades urgentes tras el desastre.
- De la misma forma, proporciona a las empresas privadas la oportunidad de acceder a nuevos negocios, contribuyendo directamente a la reconstrucción.
- Igualmente, beneficia al tejido económico valenciano, que intenta fortalecerse después del impacto de la DANA.
Con un enfoque transparente y legal, LIFE Sector Público potencia los procesos de contratación, acelerando la recuperación y asegurando que los recursos lleguen de manera efectiva a quienes más los necesitan.
