La Asociación Paisaje Mediterráneo da inicio a una iniciativa para los jardines y huertos afectados por la DANA

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La Asociación Paisaje Mediterráneo, organización sin ánimo de lucro dedicada a promover la sostenibilidad, el paisajismo mediterráneo y a crear jardines terapéuticos que generen un impacto positivo en las comunidades, ha puesto en marcha una iniciativa para ayudar a recuperar los huertos escolares y jardines de centros escolares afectados por la DANA el pasado 29 de octubre.

El objetivo de la campaña ‘Patrocina un Huerto Escolar o Jardín Terapéutico’ es promover entre empresas, organizaciones y personas la donación de material específico de jardinería como herramientas, tierra, semillas, plantas, sistemas de riego o mobiliario de exterior. Por otra parte, el equipo técnico de la Asociación Paisaje Mediterráneo se encarga de diseñar y ejecutar el nuevo jardín adaptándose a las necesidades de cada centro escolar e incorporando elementos paisajísticos que lo conviertan en un entorno seguro, saludable y con valores educacionales para los estudiantes, así como un espacio de integración y bienestar para toda la comunidad educativa. Jardines y huertos que, en definitiva, promuevan la educación ambiental y la resiliencia comunitaria.

Según fuentes de la Conselleria de Educación, un total de 92 colegios e institutos de una veintena de municipios han sufrido las consecuencias de las inundaciones en menor o mayor medida. Algunos de ellos han quedado completamente devastados, y otros afortunadamente están regresando a la actividad lectiva dentro de las aulas, aunque con sus espacios exteriores de uso común seriamente dañados.

Estado en el que quedó el espacio exterior del colegio San Carlos Borromeo de Albal tras la DANA.

El primer centro escolar que se beneficiará de la campaña ‘Patrocina un Huerto Escolar o Jardín Terapéutico’ será el Colegio de Educación Infantil y Primaria San Carlos Borromeo, ubicado en Albal. Un equipo de técnicos y voluntarios se trasladará allí el próximo 25 de noviembre para llevar a cabo tareas de limpieza y desescombro, reparar daños, reemplazar estructuras y mobiliario y plantar un nuevo jardín para que los niños y niñas puedan disfrutarlo de forma inmediata. La restauración de la vegetación incluirá la plantación de árboles, arbustos, flores y plantas autóctonas, con especial énfasis en especies resistentes a climas extremos y que favorezcan la biodiversidad.

“Antes de la DANA, el Colegio San Carlos Borromeo tenía un proyecto bastante singular y poco común: un jardín botánico con presencia de distintas especies aromáticas, medicinales, arbustivas y árboles, que había sido concebido para que los estudiantes aprendiesen de primera mano nociones sobre la naturaleza a través de juegos con fichas y actividades didácticas”, explica Javier Coves, presidente de la Asociación Paisaje Mediterráneo y responsable del diseño y la ejecución de este proyecto. “Desgraciadamente, las inundaciones arrasaron completamente el centro, y con él su jardín y su huerto. Solo han sobrevivido cuatro o cinco especies pero, lamentablemente, acabarán muriendo igualmente por efecto del lodo y la humedad, ya que son plantas mediterráneas. Nuestro trabajo consistirá en reponer las especies que estaban anteriormente y añadir algunas más para que los niños puedan reanudar su rutina educativa. Estos espacios proporcionan a los niños y a la comunidad un entorno donde pueden aprender sobre sostenibilidad y a colaborar en equipo. Aunque creo que lo más importante es que les proporcionará un lugar seguro para superar el impacto emocional que han supuesto las inundaciones”.

El CEIP Platero y yo de Aldaia; el CEIP Villa Romana y la Escoleta Bubo de Catarroja y el CEIP Blasco Ibáñez de Beniparrell son otros de los centros que próximamente podrán recuperar sus huertos, renaturalizar sus patios y construir nuevos jardines terapéuticos gracias a esta iniciativa.

Beneficios avalados por la ciencia

La ciencia ha demostrado que los jardines son medios sanadores. La actividad calmante de la jardinería, con sus rutinas rítmicas y metódicas de cavar, plantar y regar, ha demostrado reducir significativamente el estrés y fomentar la relajación. Un estudio realizado por Wells y Evans (2003) encontró que los niños con acceso a vistas y entornos verdes experimentaban niveles más bajos de estrés, según las mediciones de cortisol en la saliva.

Para niños y adolescentes que enfrentan ansiedad y problemas emocionales, la horticultura terapéutica ofrece un refugio pacífico. El trabajo práctico con la tierra y las plantas proporciona una forma especial para que los niños y adolescentes se expresen sin necesidad de palabras, ayudándoles a explorar y compartir sus sentimientos en un espacio de apoyo.

Interactuar directamente con el jardín permite una forma profunda de expresión y sanación emocional, distinta a hablar o escribir. Es una experiencia inmersiva que puede calmar la mente. Observar las consecuencias directas de su esfuerzo (como ver crecer las semillas y dar vida a los jardines) brinda a los niños un sentido de logro. Esto no solo aumenta su autoestima, sino que también les enseña habilidades importantes para la vida, como la paciencia y la capacidad de superar contratiempos. El jardín se convierte en un espacio de desarrollo personal, reflejando los altibajos que enfrentan en la vida.

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