Muchas personas muestran su empatía y amor hacia los animales y, especialmente, hacia aquellos que forman parte de nuestra familia, nos han acompañado a lo largo de nuestra vida y nos han regalado muchísimos momentos de felicidad. Màxim Huerta es uno de estos seres afortunados que conoce de primera mano la enorme satisfacción de adoptar y ofrecer un hogar a un perro abandonado. Este compromiso ha quedado también reflejado en la apertura en Buñol, su pueblo, de “La librería de Doña Leo” en honor de su perra rescatada, quien da nombre a esta iniciativa de apoyo a la cultura. Y la portada de su última novela Adiós pequeño, con la que ganó el premio Fernando Lara, es una preciosa imagen del abrazo entre un niño y su perro. Como homenaje, el cartel conmemorativo del 23ºDesfile de Perros Abandonados reproduce este cariñoso abrazo entre una persona de la protectora A.U.P.A. y Ciccio, con el mensaje “Adiós pequeño, que seas muy feliz”.
Este evento solidario de acceso libre y de agradable ambiente familiar traslada la importancia de concienciar en la responsabilidad hacia la tenencia de animales y los beneficios de la adopción. Es vital comprender que los perros y cualquier mascota, no son objetos ni pueden regalarse como si fueran juguetes o un simple capricho. Son seres vivos que dependen de nuestros cuidados y debemos aportar el máximo bienestar durante toda su vida. Ellos nos entregarán su fidelidad y nos harán, sin duda, mejores personas.
Los desfiles de perros abandonados para potenciar su adopción suponen, además, una oportunidad para descubrir el enorme trabajo que realizan las protectoras. Instituciones que asisten con devoción a estos animales que han conocido lo peor del ser humano y que añoran volver a creer en su bondad. También facilitan la elección del perro que mejor pueda adaptarse según el entorno familiar y modo de vida, pues conocen el carácter de los perros que albergan y realizan un seguimiento del proceso de adaptación para que sea un éxito. Sabiendo que la decisión debe ser completamente racional para asumir las obligaciones que conlleva y una vez superada cualquier idea preconcebida y perjuicios, podemos tener la enorme dicha de cruzar la mirada con uno de estos maravillosos animales y, en ese momento, dejarnos llevar por el corazón.