Agentes de la Guardia Civil de Valencia y funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria han incautado en el puerto de Valencia 620 kilos de cocaína en tres aprehensiones de contenedores que procedían de centroamérica y sudamérica.
Unos días más tarde, el 17 de octubre, se produjo la segunda aprehensión. Tras una nueva revisión de contenedor, se detectaron 365 pastillas de cocaína de un kilo cada una, colocadas sobre la mercancía, en este caso botes de pimientos de piquillo procedentes de Perú.
En los dos contenedores, la sustancia estupefaciente se encontraba oculta en paquetes que habían sido colocados, sin conocimiento de expedidor ni destinatario, sobre la carga y en los espacios laterales de los contenedores. Este formato de intento de introducción de la droga es conocido como ‘gancho perdido’ o ‘rip off’.
La técnica consiste en que, en algún momento durante el transporte de la mercancía, los narcotraficantes acceden al contenedor para introducir la cocaína y, cuando este llega a otro puerto, abrirlo para recuperar la droga antes de que sea inspeccionado por la Aduana.
Como consecuencia de las intervenciones, se investigan delitos contra la salud pública en su modalidad de tráfico de drogas, de blanqueo de capitales y de organización criminal. Hasta el momento no se han producido detenciones.