Estas semanas encontramos la celebración de Halloween a nuestro alrededor y Bioparc también ha querido sumarse con una llamativa acción. El máximo bienestar de los animales es el objetivo del equipo de Bioparc y, en este sentido, se diseñan actividades que les permitan desarrollar las denominadas “técnicas de enriquecimiento ambiental”. Estas actuaciones motivan, estimulan los instintos y facilitan el desarrollo de comportamientos propios de cada especie como la búsqueda de alimento. Además, en este caso, resulta doblemente atractivo, pues para los visitantes del parque valenciano es especialmente novedoso contemplar estas conductas animales.
Las reacciones han sido de lo más diverso. La ferocidad de los leones se ha podido comprobar al ver cómo, de un zarpazo, destrozaban las cajas para alcanzar los sangrientos trozos de carne. Los inteligentes chimpancés seleccionaban exquisitamente las viandas y las crías, Coco y Djibril, no paraban de jugar con tan extraordinarios elementos. Incluso los hipopótamos, con el pequeño Gori, han disfrutado del singular “almuerzo”. Las activas suricatas se afanaban por extraer con sus pequeñas patas los sabrosos gusanos. Por último, los elefantes se mostraban especialmente motivados ante la diversidad de objetos y gustosa comida y poco a poco iban destapando las “sorpresas”.