Apenas 24 horas después de la marcha reivindicativa para exigir que las torres eléctricas no se instalen en la huerta de Alboraya sino en los márgenes de los campos, la reunión entre los propietarios del campo afectado por la torre eléctrica y el subdelegado del gobierno Rafael Rubio, ha finalizado con un acuerdo de mínimos.
Desde Per l'Horta, este es "un compromiso de mínimos. Se van a buscar alternativas técnicas sólo para la torre donde los propietarios han ofrecido resistencia durante más de una semana. No para las otras tres planificadas en el centro de los campos".
Per l'Horta ha denunciado que las obras de la V-21 han provocado el traslado de tres torres eléctricas y en "ninguna de ellas se ha previsto situarla al margen del campo como marca la tradición". Según ha relatado en un comunicado, el pasado jueves 9 de julio, las máquinas penetraron en un campo de la partida de Calvet de Alboraia "sin permiso" de los propietarios y abocaron cuatro camiones de piedra y grava, "operación interrumpida por la llegada de los propietarios, que se plantaron ante las máquinas".
Desde entonces, han mantenido una vigilancia constante de los terrenos con la compañía de algunos activistas, vigilancia que ahora han levantado tras el acuerdo de mínimos con el subdelegado del Gobierno.