El Ayuntamiento de Albal celebró un pleno ordinario, el primero que se celebró de forma presencial desde el inicio del estado de alarma, en el que se aprobó la suspensión de las Fiestas Patronales que la población celebra en julio.
El plenario agradeció la participación de los colectivos festivos, sociales, culturales y deportivos en la toma de decisiones sobre la cancelación de numerosos actos, para evitar la propagación del virus y ante la incertidumbre del avance de las fases.
El pleno de anoche también sirvió para aprobar de forma unánime las medidas de índole económico, social y cultural que se han tomado para paliar los efectos de la crisis provocada por la COVID-19.
La corporación local está conformada por el tripartito del gobierno (PSPV-Compromís-Unidas Podemos) y la oposición representada por el Partido Popular, Avant Albal y Ciudadanos manifestaron "que se sienten en la obligación de superar las discrepancias políticas para trabajar juntos para dar respuesta y hacer frente a las consecuencias más inmediatas de esta crisis”, según se recoge en el documento rubricado.
En el ámbito económico Albal también acordó destinar 412.000 euros a paliar los efectos de la crisis "gracias un trabajo transversal entre los departamentos municipales para modificar sus presupuestos y hacer frente a la ayuda social".