AVAN. Fotos: Víctor Gutiérrez.- El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha resaltado hoy, con motivo de la celebración del Día de la Comunitat Valenciana, en recuerdo de la dedicación de la Catedral de Valencia en 1238 por el rey Jaime I, que “la historia de nuestro pueblo valenciano nos enseña que la fe cristiana no se ha opuesto al cultivo de los valores culturales ni al desarrollo social de nuestro pueblo, sino que lo ha potenciado y purificado”.
Un acto que desde que el Ayuntamiento de València retirara de la Procesión Cívica del 9 de Octubre la entrada de la Reial Senyera en la Catedral para su celebración, cuenta con la presencia de la Senyera de Lo Rat Penat, entidad valencianista que ocupa de este modo su lugar en representación de la sociedad valenciana.
En su homilía, el Cardenal ha insistido en la importancia de que Valencia recuperara sus raíces cristianas con la conquista por el rey Jaime I: “Ese día Valencia recupera la fe, donde estaban sus raíces más propias. La conquista de Jaime I marca un momento clave, entramos a formar parte de nuevo de la cristiandad, y es, por tanto, un reto para nuestro presente y nuestro futuro”.
Precisamente, “esto es lo primero y principal, todo el pueblo de Valencia simbolizado en su Senyera, que portan los miembros de lo Rat Penat, entran hoy en la catedral para cantar con música y alegría. Es lo más antiguo, lo más tradicional y lo más genuino de este día 9 de octubre que distinguió Jaime I con la dedicación de este templo catedral”.
Así, “hoy, como aquel momento del siglo XIII, nos incumbe a todos los miembros de la Iglesia trabajar codo con codo con todos en la edificación de un hombre nuevo, con la novedad del Evangelio en el que son proclamados como preferidos los pobres”, ha manifestado el Cardenal.
Ha finalizado su homilía el Cardenal implorando “la bendición y protección sobre toda la Comunidad Valenciana de la nostra Mare de Déu que le acompañó al rey Jaime I en aquella conquista”. Con el cardenal Antonio Cañizares han concelebrado el obispo auxiliar de Valencia monseñor Esteban Escudero; el arzobispo emérito de Zaragoza, Manuel Ureña y el cabildo de la Catedral.