Y el primer combate ha terminado, como siempre hay ganadores y vencidos, que no perdedores, ya que era la primera vez que el Partido Popular se veía en estas circunstancias y creo que nadie debe darse por perdedor.
Soraya lo sabe, de hecho su comparecencia de la noche de elecciones, tendiendo el guante, sonó más a súplica que a oferta.
Soraya ha sido la ganadora del primer round, por lo tanto por mucho que pueda ceder ante Casado, nunca cederá ser ella la Presidenta, y Casado sabe que no necesita negociar con Soraya para ser el Presidente, negociando con Cospedal le sería más que suficiente y una Cospedal que no es que sea precisamente amiga de Soraya y que ha acabado en tercer lugar no creo que apriete mucho a Casado.
Mi duda es, ¿hasta dónde estará dispuesto a cederle cuota de poder Casado a Cospedal? ¿será capaz Casado de hacer ver a sus votantes que Cospedal no representa a la ‘vieja guardia’ del partido y que con ella y los suyos o sólo con los suyos se puede regenerar el partido?
Hay que agradecer a la presidenta regional que se haya mantenido imparcial desde el primer momento, eso ha ayudado a que la gente no sintiese ninguna presión a la hora de votar y se ha notado en el resultado ya que ha sido mucho más ajustado de lo que se pensaba. Isabel Bonig ha demostrado querer el bien del partido y que desde que está ella hay un nuevo PPCV.
Y también agradecer a la gerente, Montserrat Tello y su equipo que hayan hecho posible que las elecciones se desarrollen con absoluta normalidad. No siempre se reconoce el trabajo de la gente que no sale en fotos.
En conclusión, gane quién gane, hay un ganador claro, el Partido Popular. Si sabe aprovecharlo y es capaz de volver a unir a la bases aún se está a tiempo de recuperar parte del camino perdido desde 2015. Veremos si se apartan los egos y se piensa en el Partido y en España. O por lo contrario seguimos con lo de ‘esta silla es mía y no me la mueve nadie’.
Abel Aussenac | @aaussenac |