La Diputació de València acaba de dar el primer paso para acometer la renovación integral de la carretera CV-315 en el tramo de València a Moncada que atraviesa varios núcleos de población y que cuenta con un tráfico diario de 15.000 vehículos.
Esta vía, que une València con Náquera pasando por Moncada, ha sido definida como “una senda medieval” que unía núcleos de población de origen islámico y que “hoy serpentea entre la huerta que resiste al urbanismo feroz”.
En el tramo afectado, de unos 5 kilómetros y con los vecinos y vecinas de Poble Nou y Benifaraig como dos de los principales damnificados, cuenta numerosos accesos directos sin ningún tipo de ordenación e intersecciones, lo cual genera situaciones de peligro y molestias continuas a los miles de usuarios diarios de la vía.
Todo esto ya motivó que en verano de 2011 se redactara un estudio sobre el eje València-Náquera que no dio frutos y fue desechado por ser inviable a corto plazo. Pero la CV-315 requería, según la Diputación, actuaciones que mejoren la seguridad vial y la funcionalidad de la misma, que asegure unas condiciones mínimas tanto para el transporte público como para un uso digno por parte de peatones y ciclistas.
La elevada intensidad de tráfico y la siniestralidad serán dos de los aspectos a tener en cuenta, junto al trato respetuoso con la huerta y unas exigencias de diseño que potencien la movilidad en transporte público, peatonal y ciclista, integrando así a todos los usuarios de la vía. Además, se realizará un estudio de impacto ambiental, en consonancia con una indispensable coordinación interadministrativa, para lograr así una actuación consensuada y viable, que dé como resultado un eje integrador en el territorio que resuelva una demanda histórica de vecinos y vecinas.