Como manda el protocolo. Así justifica la diputada provincial de Memoria Histórica, Rosa Pérez Garijo, su visita al juzgado de Paterna, acompañada por el presidente de la asociación de familiares de víctimas de la fosa 113 del cementerio de Paterna, Santi Vallés, y el equipo de arqueólogos encargado de la excavación, para comparecer y dar testimonio del hallazgo de los restos de al menos 12 personas con signos de haber sufrido una muerte violenta.
La magistrada ha enviado a la Policía Nacional y, posteriormente, ha comparecido en el cementerio, para resolver que el Instituto de Medicina Legal de Valencia participe en la intervención para supervisar el trabajo de los expertos de ArqueoAntro. El médico forense del instituto, Manuel Poli, ha determinado que los restos de los fusilados serán trasladados al laboratorio de Valencia. Esos significa que se efectuará una identificación cadáver por cadáver sin romper la cadena de custodia para proceder después a sus identificación, cuestión que asumirá el estado.
La diputada ha asegurado estar “muy contentos con la decisión” porque significa que “el trato a las víctimas del fascismo se equipara al de cualquier otra víctima con su proceso judicial correspondiente”. Se trata del primer proceso de exhumación que se judicializa en la Comunitat Valenciana, según la diputada de Memoria Histórica.
Restos de 12 personas en la primera capa
Días después de iniciar los trabajos en la fosa 113 de Paterna, donde se espera hallar hasta 60 cuerpos diferentes de represaliados por el franquismo entre enero de 1940 y septiembre de 1941, el director de la excavación, el arqueólogo Javier Iglesias, ha explicado que se han encontrado ya, en la primera capa, los restos de al menos 12 personas con una gran capa de cal que tienen que retirar para poder exhumar los cuerpos.
Según la información de la que disponen los responsables del proyecto por el que recibieron la subvención de la Diputación de Valencia, en la fosa 113, donde constan oficialmente 13 personas enterradas, podría haber enterradas otras 61 personas de diferentes zonas de España y fusiladas entre el 18 de enero de 1940, el 27 de marzo de 1940, el 19 de enero de 1941 y el 19 de septiembre de 1941.
Se trata de desaparecidos de Alberic, l’Alcúdia, Alginet, Alzira, Benifaió, Carcaixent, Carlet, Castellar, la Font de la Figuera, Manises, Mislata, Oliva, Ontinyent, la Pobla Llarga, la Pobla de Vallbona, Quesa, Rafelbunyol, Sagunto, Silla, Simat de la Valldigna, Valencia, Villagordo del Cabriel, Granada, Madrid y Palacios de la Sierra, en la provincia de Burgos.