El Ayuntamiento de Mislata sigue, año tras año, ejecutando su modelo urbanístico, basado en la recuperación de espacios para la ciudadanía y el compromiso con la accesibilidad. En cada ejercicio se van renovando distintas calles y barrios de la ciudad y en esta ocasión el proyecto que está ejecutando el Ayuntamiento afecta a las calles Antonio Molle, Francisco Sastre, Alto Palancia, Llíria, Túria, José Pomer, Dolores Ibarruri y calle Mayor.
El proyecto contempla el estricto cumplimiento de la normativa en materia de accesibilidad. En las nuevas aceras ya no hay rastro de barreras arquitectónicas y los nuevos vados peatonales, esos rebajes que unen las intersecciones y comunican los itinerarios con los pasos de cebra, están ya adaptados para cualquier persona con movilidad reducida. Y se completa con la renovación del alumbrado, que está siendo sustituido por nuevas luminarias led más eficientes y sostenibles.
Las calles incluidas en este proyecto municipal, explica Peñarrubia, “son viales próximos a centros educativos, deportivos y sanitarios, lo que supone una gran afluencia de peatones por sus aceras”. Además, en su mayoría, apunta la concejala, se trataba de aceras con un pavimento bastante antiguo, “por lo que se hacía más necesario, si cabe, una renovación que ofrezca a los peatones más espacio y una mayor seguridad”.
Por último, también se ha incluido en esta actuación la urbanización del entorno del futuro Centro Ocupacional, unas obras que servirán para abastecerlo de red de agua potable, red de energía eléctrica y de gas natural, lo que permitirá poner en funcionamiento las instalaciones.
La inversión en este proyecto asciende a un total de 323.117, 18 euros y está financiado conjuntamente entre el Ayuntamiento de Mislata y la Diputación Provincial de Valencia. Las obras están en marcha desde hace unos días y la previsión es que finalicen antes del 31 de marzo de 2017.